Presentar un riesgo o un plan de manejo de crisis al C-Suite no es simplemente una tarea técnica: es una conversación de poder, rentabilidad y visión corporativa. No basta con advertir. Hay que persuadir, fundamentar y alinear intereses estratégicos.
En el entorno empresarial actual, donde las amenazas a la reputación, la operación y la continuidad del negocio son cada vez más complejas y virales, la gestión de crisis dejó de ser un “nice to have”. Es una prioridad corporativa. Pero para que eso se traduzca en decisiones, necesitas saber cómo comunicarlo al C-Suite.
¿Qué esperan los jefes miembros del C-Suite?
Antes de lanzarte con tu lista de riesgos o la presentación de tu plan de crisis, recuerda esto: los directores y ejecutivos piensan en ROI (ósea dinero), impacto en resultados, continuidad de negocio, cumplimiento y reputación. Si no conectas con esas prioridades, tu mensaje no llegará.
Lo que buscan escuchar:
- ¿Qué impacto tendría este riesgo en el negocio? (dinero, clientes, reputación)
- ¿Qué tan probable es?
- ¿Qué tan preparados estamos hoy?
- ¿Cuánto nos costaría no actuar?
- ¿Cómo esta propuesta protege o impulsa la estrategia corporativa?
Tu rol no es dramatizar. Es iluminar el riesgo con data, contexto y soluciones concretas. El gran error común de la mayoría es presentar el riesgo como alarma, no como oportunidad. Cuando se comunica un riesgo con tono catastrofista, sin un plan claro y sin vinculación al negocio, el C-Suite lo interpreta como ruido o exageración. El liderazgo no quiere sustos. Quiere escenarios posibles y decisiones basadas en datos.
La clave está en cambiar el enfoque de “esto puede pasar y es grave” a: “Esto es un riesgo latente con impacto potencial X. Este es el plan que propongo, con inversión Y, para blindar nuestra reputación y proteger el negocio en Z áreas.”
En resumen: comunicar al C-Suite no es informar, es liderar con visión. No se trata de “pedir permiso” para actuar ante un riesgo, sino de presentar soluciones de alto nivel alineadas con la visión y continuidad del negocio. El C-Suite valora lo que protege, posiciona y fortalece su legado. Tú debes enmarcar tu plan de crisis en esa narrativa.
El verdadero poder de la comunicación estratégica no está en hablar bien… sino en lograr que el liderazgo actúe a tiempo. Y eso comienza con saber cómo presentar lo urgente con elegancia, lo complejo con claridad y lo necesario con visión.


