A estas alturas del juego todavía resulta inexplicable que algunos empresarios se sientan ajenos a los procesos de sostenibilidad y no ejerzan de forma activa su rol, para orientar sus negocios de acuerdo a las realidades presentes y futuras en materia ambiental y social.
Hace 4 años un estudio de riesgos publicado por The Economist daba cuenta que los principales CEO de las grandes empresas globales consideraban los huracanes, terremotos, inundaciones, pandemias o cambio climático en general como aspectos de baja importancia en relación a sus empresas y aseveraban que la preparación que sus empresas tenían para la gerencia de estos riesgos era sumamente baja.
Después de los dramáticos eventos que hemos tenido en los últimos años tales como la tríada de Japón (terremoto, tsunami y caos nuclear), Chile (terremoto y tsunami) o Haití (terremoto) y ahora la Megatormenta Sandy; por sólo citar los desastres recientes más sonados, deben llamar la atención del todos los empresarios en el mundo.
Por su parte el World Economic Forum en su análisis de riesgos 2012 calificó los eventos asociados al cambio climático como los de mayor probabilidad de ocurrencia y; a su vez, los de mayor impacto económico. La asociación de estos eventos a problemas como: seguridad alimentaria, seguridad del abastecimiento de agua o enfermedades crónicas parece inminente.
El año pasado SRI EIRIS, una firma líder global en la provisión de información ambiental y social para inversionistas responsables, publicó el estudio “Cool Brands versus Hot Brands”, según el cual dos terceras partes de las 100 marcas más relevantes del mundo están fallando en cuanto a la gestión del cambio climático. El 69% de las marcas que tienen un impacto alto en el cambio climático carecen de políticas adecuadas, de sistemas de gestión y de reporting en la materia.
Sin embargo, otro informe revela que hay notables esfuerzos corporativos para trabajar en la dirección correcta. Tal es el caso del informe 2012 generado por el Carbon Disclosure Project según el cual el 81% de las empresas que integran el índice Global 500 reconoció que el cambio climático conlleva riesgos reales y tangibles.
Aproximadamente 8 de cada 10 han incorporado este tema a sus estrategias de negocios (10% más que en 2010), lo que demuestra que esta tendencia es cada vez más enfática. La actualización anual de datos sobre las emisiones de gases de efecto invernadero de compañías que integran el Global 500 (este año participaron 379) incluyó además el Carbon Disclosure Leadership Index (CDLI), que incluye a las entidades mejor valoradas con base en su transparencia en materia de cambio climático y evalúa a las compañías en función de la escala y la calidad de sus estrategias de reducción de emisiones.
Natalia Young, una panameña destacada y reconocida experta en temas de sostenibilidad y cambio climático observa que existe un creciente compromiso por parte de las empresas de reducir su huella de carbono, así como integrar los impactos de sus operaciones asociados al cambio climático dentro de sus estrategias de negocios. Lo hacen porque bajan los costos, reducen los riesgos, refuerza la marca y la reputación corporativa, sin dejar de ser rentables.
Además, aquellas empresas que gestionen y mitiguen su exposición a los riesgos del cambio climático disfrutarán de una ventaja competitiva sobres sus rivales en un futuro bajo en carbono. Aún hay mucho por hacer, pero la voluntad de los empresarios para transitar esta nueva era de la sostenibilidad, debe ser una prioridad en la agenda de negocios.