Just Did It : cuando la marca se hace vocal

La semana pasada Nike lanzó una de sus primeras imágenes para su campaña conmemorativa del 30 aniversario. La imagen con la cara de Colin Kaepernick y las palabras: «Cree en algo. Incluso si eso significa sacrificarlo todo «, fueron suficientes para desatar los comentarios en todas las plataformas y canales.

Han pasado poco más de dos años desde que Colin Kaepernick, entonces mariscal de los 49ers de San Francisco se arrodilló en un juego durante el Himno Nacional en protesta la brutalidad policial hacia las comunidades de color.  Este hecho lo convirtió en punto de referencia para otros jugadores, siendo tipificado por varios sectores como un atleta polémico.

Los dueños de la NFL de tendencia conservadora y su gran legión de fanáticos rápidamente escalaron su acción a niveles de crisis. Después de dejar a los 49’ers, ningún otro equipo en la liga lo contrató. Un propietario de uno de los equipos confesó no ofrecerle un contrato luego de que el presidente Donald Trump llamara a la NFL a despedir a los jugadores que se arrodillaron durante el himno nacional.

Nike afirma que la «campaña celebra a algunos de los atletas más inspiradores de la actualidad que han perseguido sueños sin importar el obstáculo o el resultado». La campaña también cuenta con Odell Beckham Jr. y Serena Williams.

En una sociedad como la dominicana, muy pocos Colin hubieran sobrevivido, pues el atreverse a sacrificar #elmoro o la popularidad en defensa de sus principios es poco apreciado.  De igual manera, las marcas evaden relacionarse con temas controversiales o asumir posturas sobre temas políticos.

La decisión de Nike de presentar a Kaepernick en su campaña es parte de una tendencia más amplia: desde las elecciones presidenciales de EE. UU. en 2016, las marcas, una vez aterrorizadas por la controversia, tienen más posibilidades de entrar en el ámbito de la política. Nunca ha habido un momento más popular para ser una marca con una opinión y voz.

Nike se convirtió en Nike porque construyó sobre la idea de la rebelión.  Con esta campaña demuestra, una vez más, que vale la pena tomar riesgos y posiciones firmes frente a temas sociales que preocupan a los clientes.

Podemos cuestionarnos que tan leales somos a nuestras causas, figuras o posiciones sobre temas en situaciones de controversia. ¿Estamos dispuestos a afrontar el escandalo, escrutinio público y la tormenta en social media para respaldar aquello que creemos es lo correcto, aunque no vaya acorde con lo que piensa la manada?

No tiene sentido que cada marca adopte una posición en cada tema, pero existen oportunidades para que la voz de su marca se escuche y obtenga los beneficios de ser escuchada.

Autor:  Lara Guerrero

 

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