Reglas de Oro para PR 2.0

Las Relaciones Públicas han sufrido un revés desde la incursión de la tecnología en la vida de los personas.  En este nuevo escenario donde las redes sociales han modificado la forma en el que los seres humanos se comunican, lejos de ser algo pasajero, son una plataforma donde nacen y se consolidan relaciones personales y profesionales.

A través de nuevas herramientas de comunicación se debaten ideas, se construyen opiniones, se revelan emociones  e incluso se concretan negocios. La figura del community manager cada vez tiene más importancia así como el reto de escuchar a las audiencias, manejar la reputación on line, analizar a la competencia en medios sociales, promover la  participación, dinamizar el diálogo y saber medir. Internet, como ningún otro medio tiene herramientas que permiten evaluar  estas acciones constantemente y ajustar la estrategia en cada red social.

En definitiva no sólo implica conocer, sino también entender el mundo virtual y la cultura del social media. Este nuevo tipo de relaciones públicas no remplaza al anterior, pero ha evolucionado y no tiene regreso.

Deidre Breakenridge, CEO de Pure Performance, compartió una serie de reglas que deben cumplirse para tener éxito en esta labor:

Fijar objetivos. Cuando una empresa decide incursionar en las redes sociales, primero debe definir qué quiere lograr con ellas. Puede querer exponer su marca, conseguir seguidores, lanzar promociones, etc.

Investigar audiencias. No todos interactúan igual en las redes sociales. Se les puede clasificar según aspectos demográficos o tomando en cuenta los contenidos que comparten.  Existen herramientas que permiten evaluar la actividad de los seguidores.

Seleccionar público objetivo. Se debe conocer sus necesidades y expectativas, para saber qué contenidos, promociones y concursos compartir con ellos.

Definir estrategias.  Se debe  determinar qué información se compartirá y cómo.

Elegir plataforma conveniente. No es obligatorio estar en Facebook, Twitter, YouTube o Linkedin, solo en aquellas en las que esté nuestro público objetivo.

Diseñar los mensajes. Antes de publicar cualquier cosa,  se debe  pensar qué decir, cómo y por qué.

Medir la efectividad.  Se hace a lo largo del tiempo y, de acuerdo a los resultado, se rediseña la estrategia. Existen herramientas digitales que nos facilitan este trabajo.

Ser proactivo. Se debe  escuchar cuidadosamente al público, estar comprometidos con él. De lo contrario, aparecerán comentarios negativos.

Monitorear. A través de palabras claves u opiniones se puede saber qué está pensando la gente sobre nuestra empresa, organización o marca.

Este artículo es de la autoría de Deidre Breakenridge, fue publicado originalmente en el site del Congreso del IPRA.

 

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