Relaciones Públicas y Conflictividad Social

Por: Guillermo Vidalón del Pino

Las Relaciones Públicas cumplen un rol cada vez más complejo en un mundo donde el acoplamiento y desacoplamiento de las relaciones entre las personas, entre las empresas y las personas, las empresas y los estados y los estados entre los estados se complejiza por la crisis económica que aún no haya claridad necesaria al final del túnel.

Efectivamente, los relacionistas tienen una actividad cada vez más demandante, la información circula con toda libertad y a todo nivel, los intentos por restringirla resultan cada vez más infructuosos y todos debemos lidiar con el día a día informativo, sea por la noticia propalada por algún medio de comunicación tradicional, sea por el twitero que tiene algún interés particular de hacerse presente en una situación de conflictividad u otro que ha encontrado la excusa perfecta para decir “Hey, yo también quiero opinar”.

Europa con su Mercado Común Europeo y su Moneda, única el Euro, congregó a muchos países y facilitó el comercio y el intercambio, sus consumidores podían optar por tal o cual producto, aquel que más les convenga. Todos tenían que hacer un esfuerzo de mejora continua, no solo en términos de precio, sino de calidad; luego, vinieron conceptos como “Comercio Justo”.  El consumidor europeo, con mayores niveles de bienestar, prefería pagar más en función de que el producto que compre se haya producido bajo determinadas condiciones.  Todo iba bien y conceptos como Responsabilidad Social Empresarial y, posteriormente, Responsabilidad Social, fueron consolidándose, desde las academias hasta el mundo empresarial.

Latinoamérica no estuvo ausente en el proceso, la globalización fue integrándonos cada vez más y las élites locales fueron aprendiendo e incorporando nuevos conceptos, así como aprovechando la oportunidad para vincularse entre unos y otros.  Entonces ¿qué falló?

De Europa a América y de allí a nuestros países individuales, la globalización llegó cuando aún no se habían establecido puentes económicos y sociales al interior de nuestros estados ni inter ni intra sectores empresariales.  La respuesta a la “globalización” fue la “localización” y es allí que surge un nuevo intento que se pretende recoger a través del concepto de la “glocalización”, lo local y lo global.

Las Escuelas de Relaciones Públicas globales han sido diestras en adaptarse y entender la oportunidad que representa la globalización, mas han estado un tanto ausentes en el desarrollo de la vinculación entre lo global y lo local, así como para desarrollar estrategias de encuentro frente a un escenario de conflicto que demuestra que el “desacoplamiento” está vigente.

El caso peruano, ¡qué novedad!, sigue siendo un desafío, una de las economías con mayor crecimiento en las dos últimas décadas y con un paso acelerado en la reducción de la pobreza debería ser el ejemplo de integración social, de convivencia armoniosa, de coherencia en el rumbo definido durante los últimos cuatro gobiernos, pero, lamentablemente, no es así.

Entonces, nos preguntamos, ¿qué está pasando? y ¿qué podemos hacer desde las Relaciones Públicas para mitigar la conflictividad social existente? Además, como colectividad, debemos recuperar o conquistar un nivel de confianza que permita que todos apostemos por entendernos para hacer realidad la esperanza de una vida mejor.

Es con esta vocación integradora que la International Public Relations Association (IPRA) y la Universidad Particular San Martín de Porres han tenido la feliz idea de organizar el III Congreso Internacional de Relaciones Públicas y Encuentro Latinoamericano IPRA, donde los relacionistas públicas, los comunicadores y demás personalidades vinculadas al qué hacer de las relaciones, que tomaremos contacto con los desafíos, con las experiencias que se están implementando, así como con las estrategias de solución planteadas por los más renombrados especialistas en el mundo de las relaciones públicas.

Estamos convencidos que el espacio para el encuentro ya está definido, pero, por sobre todo, la firme decisión de que desde las Relaciones Públicas podemos aportar para aminorar la conflictividad existente.  Además, de forjar lazos duraderos que hagan que tanto lo “global” como lo “local” se hallen y logren beneficios mutuos

Este artículo fue publicado originalmente en el site del Congreso del IPRA.

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