Errores que cuestan

El jueves pasado el periódico El Nacional publicó una noticia muy importante sustituyendo, por error, la fotografía de Donald Trump por la del comediante e imitador Alec Baldwin. El desliz que pasó desapercibido por muchos, se viralizó siendo comentada por grandes publicaciones como el NY Times, Huffington Post, El Clarín, El País, Mashable, The Guardian, BBC News y hasta el lunes reciente el programa televisivo Good Morning America.

Hubo una confusión debido al anuncio de la participación de Alec Baldwin en Saturday Night Live #SNL durante el pasado fin de semana. El Nacional emitió una nota aclaratoria disculpándose. Un error le pasa a cualquiera, pero el accidente es propicio para reflexionar sobre el manejo de la información no solo en medios tradicionales sino también en medios sociales.

Desde hace varias semanas el tema de la veracidad y confiabilidad de los medios ha sido cuestionada. El mismo Presidente Trump ha manifestado su inconformidad con la manera en que los medios cubren las noticias de su gobierno y ha insistido que algunos miembros de la prensa, manipulan la verdad.

A su vez, Facebook, Google y un grupo de medios de comunicación lanzaron una iniciativa para hacer frente a las noticias falsas. Estos cambios se produjeron después de que se enfrentaron a una reacción negativa y cuestionamientos por el papel que desempeñaron sus distintas plataformas en las elecciones presidenciales de Estados Unidos al permitir la difusión de información falsa y, a menudo maliciosa, que podría haber influido en los resultados del proceso. Facebook fue más allá uniéndose al Poynter Institute, líder global en periodismo, para lanzar la iniciativa The Facebook Journalism Project, con miras a proveer capacitación, certificación y conciencia sobre el uso de las herramientas tecnológicas y la información.

En nuestro país sobreabundan las informaciones, sumado al deseo y necesidad imperante del dominicano de opinar y aparentar saberlo todo, lo hace más complicado. Así vemos, en especial en los medios sociales, informaciones mezcladas con opiniones utilizando la primera para promover puntos de vistas a veces parcializados o sin sustento. Lo damos como Bueno y Válido porque lo dijo fulano, sin constatar o documentarnos de los hechos reales. Traspasamos la información sin control y vamos adornándola con nuestras percepciones; como el juego del teléfono, la mentira se propaga como el dengue, y al ser repetida muchas veces se convierte en realidad. Utilizamos estos medios para promover nuestro punto de vista particular, sesgando las noticias para promover (consciente o inconscientemente) nuestro ideario personal.

Si queremos periodistas éticos, íntegros y no sesgados, debemos ser lectores más críticos, analíticos y responsables en el manejo de la información que llega a nuestras manos.

Autor:  Lara Guerrero

 

 

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